Día de la Familia del Misionero Diocesano

 La Delegación Diocesana de Misiones recuerda a las familias que el primer sábado de marzo es el día en el que en nuestra Diócesis recordamos a todos nuestros misioneros y misioneras. En esta jornada se celebra y agradece a todas las familias de nuestros misioneros, la entrega generosa de uno de sus miembros. También es un momento para compartir juntos sus inquietudes y proyectos, que también son nuestros.

Este año será en:

Friol (iglesia parroquial)

día 5 de Marzo

a las 5:30 de la tarde.

 Se conocerá y comentará la realidad que están viviendo nuestros misioneros y misioneras en los distintos países en los que están, también los que ya han regresado últimamente. A cotinuación, la Hna. Mª Fe Rodríguez, que llegó hace poco de Cuba, donde trabajó durante más de cuarenta años, nos contará cosas interesantes sobre la realidad de los misioneros, la Iglesia y el pueblo cubano. Luego celebraremos la Eucaristía y, finalmente, compartiremos la mesa con todos los que se nos quieran unir para renovar nuestra amistad y nuestra inquietud misionera.

Delegación Diocesana de Misiones (Fina Escariz Quintás, Ramón Jacobo Bernárdez

Convenio de Colaboración entre Cáritas Diocesana y Cruz Roja

Caritas Diocesana de Lugo
Caritas Diocesana de Lugo

El día 1 de marzo de 2011, Cáritas Diocesana de Lugo y Cruz Roja Española en Lugo firmaron un Convenio de Colaboración para posibilitar una respuesta coordinada a las necesidades de las personas transeúntes y sin techo. Fue en los locales de Cáritas en Avda. de las Américas.

La firma de este convenio persigue aunar los esfuerzos de estas dos instituciones con la finalidad de dar una respuesta global y unitaria a las necesidades de las personas transeúntes y sin techo a las que atienden ambos organismos dentro de sus propios proyectos.

Cáritas, entre otros extremos, pone a disposición de esta colaboración la gestión de los vales del Ropero y del Comedor San Froilán para las personas derivadas desde el Proyecto “Sen Teito” de Cruz Roja Española en Lugo.

Campaña de Manos Unidas

Con el eslogan Su mañana es hoy, Manos Unidas celebra una nueva campaña, para la que ha escogido como objetivo la reducción de la mortalidad infantil.

Ante todo, debemos alegrarnos por la perseverancia de esta organización, de sus miembros y colaboradores, que nos proponen, un año más –y serán ya cincuenta y dos–, ofrecer una ayuda real a nuestros hermanos que sufren las consecuencias de la miseria y del hambre, síntesis de las injusticias del mundo.

La bondad de sus iniciativas ha recibido recientemente un reconocimiento público extraordinario con el Premio Príncipe de Asturias. Pero nosotros la reconocemos cada año, porque percibimos cómo ilumina nuestras conciencias y nos lleva a poner en práctica las exigencias de la caridad. Cada campaña nos ayuda así en lo que constituye nuestro tesoro más personal, porque ¿qué sería de nuestras vidas sin una conciencia despierta para la verdad y las necesidades del prójimo, y sin el aliento del amor sosteniendo nuestro corazón?

No hagamos objeción de la crisis social y económica que vivimos, porque ésta no debe poner en cuestión la caridad. Al contrario, en los orígenes de nuestros problemas está sin duda el egoísmo en muy diversas formas, tales como la avaricia, elevada además a criterio de acción y de vida, el desprecio del prójimo, expresado en la mentira y la insolidaridad, o el individualismo radical, que niega el valor incluso de las relaciones más íntimas y familiares. La crisis ha de llevarnos a cuestionar, más bien, el egoísmo, que destruye la responsabilidad y la confianza, las posibilidades de la construcción económica y social. Las circunstancias que vivimos hacen más necesario para todos, si cabe, que vivamos en caridad.

La campaña sobre mortalidad infantil nos alerta de nuevo sobre graves problemas de justicia y de incumplimiento de derechos fundamentales que se dan en nuestro mundo; y nos invita hoy a un gesto de participación personal, cada uno en la medida de sus posibilidades, para hacer posible el mañana de muchos niños. Pondremos así en práctica la caridad, expresando en particular su profunda dimensión de solidaridad y de gratuidad, que ha de ser ejercitada concretamente para no quedarse sólo en palabras, lo que la haría irrelevante también para nuestra propia vida.

Las urgencias implicadas en la mortalidad infantil, que conllevan la necesidad de múltiples atenciones a las madres, pueden resonar además de modo particularmente fuerte en nuestras conciencias. Por un lado, porque los más débiles interpelan más directamente nuestro corazón. Y, por otro, porque todos en nuestra sociedad necesitamos crecer también en el aprecio y la valoración de la vida de los niños –rechazados tan masivamente a través de los diferentes medios y hasta políticas abortivas–, así como en el respeto y cuidado de las necesidades de las madres, aún cuando se planteen de modo muy diferente entre nosotros.

Gracias, pues, de nuevo a Manos Unidas por su LII campaña, por todo su trabajo y por los esfuerzos de todos los que colaboran en ella. El Señor se lo pagará. Como sabemos igualmente que bendice las manos del que da con alegría y el corazón que no se cierra a su hermano. Ya que con todo gesto de caridad lo imitamos y lo seguimos a Él, que por librarnos de la muerte se entregó a sí mismo y de cuyo amor esperamos todo.

Lugo, 17 de enero de 2011

+ Alfonso Carrasco Rouco

Obispo de Lugo

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